¡Me gusta!
Es como un vicio, un adictivo. Me gusta porque va en dosis pequeñas, pero intensas. Porque acelera el pulso y sube la adrenalina. Porque es algo muy flexible pero también se puede romper con facidad. Me gusta porque ni tiene sentido ni tiene explicación. Porque provoca fanatismo, y aunque te hace sentir libre, nunca te libera. Porque la palabra es: improvisación. Y sabe ponerte a prueba. Me gusta porque es irremediable e incurable. Porque produce locura y eso, me gusta.